Las flores suelen ser sinónimo de alegría, de color, de primavera. Por eso, no es extraño que las vinculemos con momentos placenteros, con situaciones que favorecen la relajación tanto de nuestro cuerpo como de nuestra mente. También ayudan a reducir los niveles de cortisol en sangre (una de las hormonas responsables de la sensación de estrés), algo que no es extraño que padezcamos en esta época, en la que la pandemia lo ha puesto todo patas arriba y el estrés es el incómodo compañero de muchas personas. Por eso, podemos recurrir a la terapia de las flores. Y es que, ¿quién no se ha alegrado cuando le han regalado flores o se ha sentido feliz y relajado cuando cuida de sus plantas?…